Entrevista con Natalie Roque
Sandoval, ministra de DDHH en Honduras [1-3]:
“Nunca
hubo un cierre con la terrible década 80´”
Por Dick Emanuelsson
Video (completo, 41 min): https://dai.ly/k5sm2yrN1QWnugBfPmA
Primera parte: https://dai.ly/k2V82CHnU74FA0BfQzQ
“Revertimos el golpe de estado. Nos costó
12 años y seguimos por la senda de la transformación de la realidad de nuestro
país. Porque Honduras no debe de ser el lugar de donde la gente quiera huir,
sino el lugar a donde queramos regresar”.
TEGUCIGALPA / 2023-10-04 / Lo que era imposible
durante los doce años de gobiernos de la derecha, en el gobierno de Xiomara
Castro sí es posible; hacer un acto muy hermoso sobre los 40 años de la partida
del legendario guerrillero José María Reyes Mata, o
sencillamente “Chema” Reyes, conocido como comandante `Pablo Mendoza´, que era
su nombre de guerra.
La ministra Natalie Roque Sandoval. |
Nació en el exilio en Moscú
NACIÓ 1983 EN LA MISMA SEMANA cuando “Chema” Reyes fue ejecutado por
representantes de los tres ejércitos en el departamento de Olancho que había combatido;
el ejército hondureño, el estadounidense y su brazo mercenario que fue ´La
Contra´ nicaragüense, que los gringos habían asentado en bases en territorio
hondureño cerca la frontera con Nicaragua.
Nació, no precisamente aquí en Tegucigalpa
en Honduras sino en la capital soviética, Moscú.
Sus padres se habían exiliado justamente
porque era la década oscura aquí en Honduras, donde el embajador (1981-1984)
estadounidense, el nefasto John Negroponte, bautizado por los familiares de
los desaparecidos al “EL EMBAJADOR DE LA MUERTE” [Pag 29]. Negroponte había dado la pauta a las
fuerzas armadas y al Estado hondureño de militarizar prácticamente todo el
país. A su llegada, el presupuesto militar era de 3,7 millones de dólares y
cuando partió, cuatro años después, ascendía a 77 millones de dólares.
Durante su tiempo en Honduras tenía la
tarea oculta de crear un Escuadrón de la Muerte, más conocido como “el Batallón
3-16”. Integrantes del ejército, policía y los organismos de seguridad fueron
seleccionados y trasladados a una base discreta de la aviación estadounidense en
el Sur de Carolina en EEUU. Ahí fueron preparados por agentes de la CIA y
asesores militares argentinos enviado por la junta militar argentina 1981.
Se trataba de descabezar al movimiento popular
y de izquierda e impedir a cualquier costo que un movimiento guerrillero hondureño
surgiera y tuviera éxito como en el país vecino Nicaragua, donde el Frente
Sandinista había derrocado Anastasio Somoza el 19 de julio de 1979. Los
dirigentes populares y revolucionarios de Honduras fueron objetivos militares
por los escuadrones de muerte, creados por EEUU. Los padres de Nathalie Roque
estaban en la mira del “3-16”.
SOBRE ESA OSCURA ÉPOCA ha investigado la ministra de DDHH. No me
cabe ninguna duda que es la indicada para el cargo que tiene y las tareas que
le ha entregado el gobierno de Xiomara Castro para llegar al fondo de la Verdad
del Terrorismo de Estado y la injerencia externa a los asuntos internos de
Honduras.
· Cuéntanos un poco sobre tu trasfondo familiar, tus padres que tuvieron
que exiliarse porque eran dirigentes del Partido
Comunista de Honduras, PCH.
– Muchísimas gracias, Dick. Para hacer un
poco mención de algunos aspectos más personales, porque al final lo personal
también es político, obviamente es parte de quiénes somos a nivel de la
trayectoria de nuestra familia es lo que también nos ha permitido asumir
compromisos políticos que ahora nos han traído a este espacio.
– Efectivamente nací en Moscú en la Unión
Soviética en 1983. Soy la hija de dos jóvenes, miembros del movimiento
estudiantil de la década de los 70´ y también del Partido Comunista. Sufrieron
como muchos otros jóvenes la persecución. Fueron perfilados por el Ejército y
por las fuerzas de seguridad y sobre sus vidas pendía la amenaza de la de
desaparición forzada o del asesinato político. Por tanto, se tomó la decisión,
a nivel partidario y también a nivel personal de ellos de salir del país en dos
momentos distintos, con un año más o menos de diferencia. Creo que mi padre
salió en el 78´ y mi madre en el 79´.
La ministra Natalie Roque Sandoval. FOTO: DICK EMANUELSSON. |
“Evitar el contagio revolucionario”
– Hay que recordar que en este momento
había toda una efervescencia revolucionaria en Centroamérica, y que muchas
veces nosotros vemos y se nos ha querido hacer ver a Honduras, como algo
aislado de ese proceso. Honduras no solamente se convirtió en un portaaviones o
en una base de intervención para la agresión imperialista a los países
hermanos, sino también fue un espacio de solidaridad y de trabajo de las
organizaciones y de los movimientos revolucionarios Centroamericanos.
– Entonces era muy común en ese momento
que las organizaciones centroamericanas tuvieran también vinculación las
hondureñas con las salvadoreñas y las nicaragüenses. Hay que recordar que
en 1979 es el Triunfo de la Revolución en Nicaragua. Es en ese momento donde
recrudece la situación en Honduras para evitar que hubiese un contagio
revolucionario. Pues en ese contexto entre el 1978-79 que mi madre y mi padre
salen del país rumbo a la Unión Soviética y allí realizar estudios
universitarios. Porque eran estudiantes universitarios que continuaron sus
estudios universitarios.
– Yo nací por allá y luego pasé una temporada de mi infancia en Nicaragua, allí me crie durante la Revolución Sandinista.
· ¿Cuántos años estuviste ahí?
– Hasta 1993. Regresamos a finales del 93´
con mi madre. Así que pasé casi los primeros 10 años de mi vida fuera de
Honduras, no por una decisión personal de mi familia sino por la imposibilidad
en un primer momento de regresar. Pudieron venir y asentarme a registrarme acá
hasta 1989. Si tú ves mi partida de nacimiento aparece el registro hasta el
1989. También hubo un momento en mi en mi vida en el que fui una niña apátrida,
porque mi madre también de forma muy clara decidió que no iba a optar por
ninguna otra nacionalidad para mí que no fuera la hondureña. Ya que no se me
podía inscribir por la situación en la que se encontraba Centroamérica y la
amenaza para sus vidas de ingresar, pues no optó por ninguna otra nacionalidad.
Fue hasta el 1989 que fui registrada como hondureña y es la única nacionalidad
que he tenido.
“El síndrome de las maletas listas”
– Luego tomó un poco más de tiempo
terminar de organizar la vida y cerrar el ciclo de vida en Nicaragua para
regresar. Pero sí, el exilio tiene eso, sobre todo los exiliados. Porque no son
migrantes de otra naturaleza. Yo hice una tesis, te compartiré algunos
elementos de ella, precisamente sobre esa construcción de identidad y de lazos
de solidaridad de formas de parentesco entre las personas que viven en exilio
político. Porque siempre está el síndrome de las maletas listas, de regresamos
el próximo mes, solo esperar que cómo avanza los procesos. Para poder regresar,
porque en realidad fueron expulsados por una amenaza, por la obvia decisión
también de sobrevivir y seguir en otro espacio de lucha. Pero sí, siempre
tuvimos la claridad que Honduras era nuestro país, nuestro suelo y nuestra
Patria. Y a mí me criaron como una hondureña desde el principio. Nunca me sentí
como algo más, aun cuando no había vivido en Honduras y pues, desde el 1993 ya
son 30 años ahora que vivo en Honduras, salvo ciertos periodos de autoexilio
luego del golpe de estado, que dice un autoexilio académico. Pero sí, Honduras
es mi país y me considero pues muy hondureña pese no haber nacido aquí. Porque son
las circunstancias de la persecución política y de todo lo que la década de los
80´ trajo para muchas familias, tanto en Honduras como las que tuvieron que
salir lo que nos arrancó del suelo en ese momento. Pero es también lo que nos
permitió sobrevivir.
·
¿Tuviste alguna impresión
en ti? En el exilio era chiquita, en Nicaragua hasta que tenías 10 años y niñas
y niños en esa edad juegan mucho más que piensan sobre otros asuntos, menos
políticos.
– Aunque creciendo en un país en guerra,
como Nicaragua (en los 80´), no tuve tanta conciencia de la situación
particular en la que nos encontrábamos. No, al final cada quien pues se adapta
al contexto en el que se está desenvolviendo. Y esa era nuestra normalidad. Fue
más raro regresar aquí a Honduras, porque obviamente hubo toda una serie de
situaciones, que van desde la misma interacción con los cuerpos de seguridad o
con los militares.
– Cuando comenzamos a venir, era una época
muy violenta, vejámenes, malos tratos hasta las mismas situaciones de seguridad
que tuvieron que inculcarnos para evitar también que fuésemos a hacer algún
comentario o a cometer algún desliz o a ponernos en una situación que pudiera
afectar la seguridad, tanto otras como de nuestra familia. Al venir acá pues,
también comenzamos a recuperar algunos lazos consanguíneos. Pero también a
reconectar con ese lazo de quiénes habíamos compartido esta historia
común.
Estudiar para entender la década de 80´
– Sí, es un momento que también hace que
cuando vas creciendo y te vayas preguntando ¿por qué esa década fue así? ¿Por
qué tuvimos que nacer en Moscú o en Cuba o en Managua si somos hondureños y
terminamos viniéndonos por acá? Yo comencé de muy chica a leer la historia, que
me gustó. También tuve un mentor, Roberto Padilla Rush, el secretario general del Partido
Comunista que era mi tío. Yo pasé unos espacios de mi vida muy cercanos a él y
leía y comentaba mucho con él. Eso me llevó a estudiar historia con ese
enfoque, sobre todo de la historia del tiempo presente y de entender la década
de los 80´, particularmente es algo que siempre me ha apasionado de manera
especial.
– El siglo XX en Honduras, las relaciones
de injerencia con de los Estados Unidos, el imperialismo en nuestra región y
pues tiene como ese punto culminante antes del golpe de estado. Quiero decir que
en la década de 1980 cuando algunos autores señalan que era una guerra de
Reagan contra Centroamérica la que estaba montada y donde, como bien tú
comentabas pues la ayuda militar pasó de unas cantidades, digamos normales a
unas dimensiones bastante significativas. Esto también ha marcado toda la
historia de nuestro país.
– Porque de ahí tú puedes rastrear incluso
el surgimiento de las maras, con la guerra en El Salvador y la salida de tantos
jóvenes. Así que toda esta década a mí me parece que ver el siglo XX es
importantísimo para entender el presente. Pero creo que incluso podemos venir
hasta la década de los 80´ en Centroamérica, y solo con comenzar a estudiar la
década de los 80 podemos entender la compleja y difícil realidad que vive
nuestra región. En especial, no exclusivamente, pero en especial el `Triángulo
Norte´ (El Salvador, Guatemala y Honduras) con todos estos niveles de violencia
y todas estas situaciones geopolíticas.
“Nunca hubo un cierre con esa terrible
década”
El caso de Honduras es muy particular,
porque además geopolíticamente está en una ubicación muy especial, muy
privilegiada con fronteras terrestres y marítimas con al menos seis, siete
países de la región. Es un punto muy clave para también ejercer control
regional.
– Y esto es algo que siempre ha estado en
la mira desde mucho antes, desde el siglo XIX, luego en la Doctrina Monroe y
con toda esta expansión de las 13 colonias a convertirse en Estados Unidos.
También siempre hubo una mirada sobre Centroamérica. Primero por el paso
interoceánico. Finalmente, después a principios del siglo XX por el canal. Hay
una hay una relación ahí durante todo el siglo XX que viene desde el XIX. Pero a
mí me ha interesado mucho el estudio de la década de los 80´, me parece vital
para comprender también por qué se dio el golpe de estado en nuestro país en el
2009. Porqué incluso John Dimitri Negroponte regresó en ese momento del
gobierno del Poder Ciudadano (del gobierno de Manuel Zelaya que fue derrocado
en junio de 2009). Porque tantas cosas, que incluso han hecho que en Honduras
no se pueda superar totalmente el periodo más oscuro de la historia de nuestro
país, sino que ha habido momentos de latencia, pero nunca, realmente, un cierre
con esa terrible década.
MAÑANA:
Entrevista con Natalie Roque Sandoval, ministra de
DDHH en Honduras [2-3]:
La
injerencia de EEUU en Honduras |